miércoles, 13 de agosto de 2008

El aeropuerto de Chicago

El caos

Una vez que habíamos aterrizado, las autoridades de los Estados Unidos de América tienen que autorizar la salida de los pasajeros al aeropuerto. Todavía estaba en tierra de nadie.

Salí lo más rápido posible del avión, fui a la cola del control de inmigración y... Dios santo... La cosa más horrible que había visto en mi vida. Nunca había visto una cola más larga: ni en partidos de fútbol, ni de baloncesto, ni conciertos de música, etc. Mi vuelo desde Chicago despegaba 4 horas más tarde, y tardé 3 horas y 50 minutos en llegar hasta la puerta de embarque.

Como mis acompañantes de viaje de Amsterdam sabéis, en los controles de seguridad que no es el de Barajas la armo parda: siempre se me olvida algo en la mochila que no está permitido llevar.

En la cola estuve hablando con unos chicos españoles que no tenían ni idea de inglés. Los policías de ese aeropuerto tienen una cara de mala leche increíble. Una policía que daba un miedo terrible nos dijo de repente que pasáramos a la cola de ciudadanos estadounidenses. Justo lo hizo a partir de mí, y le pregunté que si los visitantes podíamos pasar allí también. Me dijo que sí, que querían quitar gente de la otra cola para aligerar el asunto. Los chicos españoles que conocí en la cola perdían el avión así que les dejé pasar delante de mí. Otra policía les empezó a decir que tenían que colocarse por separado en puestos de control distintos, porque no eran familia. Como no entendían nada, les grité en español lo que tenían que hacer, y la policía me dio las gracias, me preguntó que si hablaba bien inglés y que de dónde era. Y allí estaba yo, dispuesto a hacer amigos antes de entrar en USA incluso.

Evidentemente, le dije que no hablo nada bien inglés y que sobre todo no lo entiendo demasiado bien cuando habla la gente. Me dijo que entonces me podía poner en uno de los puestos donde había un policía latino que me hablaría en español. ¡¡Eureka!! Fantástico. Pero el policía resultó ser un guache muy guasón que me hablaba en inglés y me preguntaba qué problema tengo con el inglés, que intentara hablar en inglés primero. Finalmente y ante mi cara de susto probablemente comenzó a hablar español. Pero, ¡¡no era hispano!! Era americano y chapurreaba fatal español, lo cual es suficiente como para entenderle mejor que en ese extraño idioma que ellos utilizan aquí en América.

El tipo tenía el sello en la mano para ponerlo en mi pasaporte y me preguntó lo típico:
-¿Cuáles son tus intenciones?
-Turismo.
-¿Cuánto tiempo?
-Tres semanas.
-¿Por qué San Francisco?
-Recomendación de amigos.
-¿Viajas solo?
-Sí - momento en el que retiró el sello y lo dejó en la mesa, se puse de pie y me dijo:
-¿Viajas solo? ¿Cómo viajas 3 semanas solo a San Francisco?
-Me gusta viajar solo.
-Ummm.., ¿en qué trabajas en tu país?
-Soy Ingeniero de Telecomunciación - momento en el que dijo "¡Aaaah!", y puso el sello.

Una vez que pasas el control de seguridad, tienes que recoger las maletas. Pero tus maletas llevan probablemente 3 horas dando vueltas en las cintas, así que las han retirado ya. Tuve que ir a buscar mi maleta Dios sabe dónde con el miedo de que no sabía si no la encontraba o no había llegado.

Esta estupidez no tiene sentido, ya que te hacen coger la maleta porque una vez que la tienes, pasas por un mostrador, entregas el papelito azul de aduanas y ni siquiera te miran la maleta ni nada. Acto seguido sales por una puerta y la dejas en unas cintas de American Airlines donde hay operarios dispuestos a ayudarte.

Una vez que la maleta ya viajaba para San Francisco, me dispuse a buscar el tren para ir a la T3. Este tren no es como en la T4 Satélite de Madrid-Barajas, es decir, no tiene una única parada. La primera parada es la T5, donde yo me encontraba. La segunda era la T3, y yo pensaba que era la misma para las otras 3 terminales. Casi me quedo montado en el tren y pierdo la parada de la T3.

De nuevo, un control de seguridad. En Chicago hay policías de los Estados Unidos de América (se les llena la boca a los americanos cuando lo dicen en inglés) controlando el pasaporte y la tarjeta de embarque antes del control de seguridad. Un tipo que era idéntico al policía de la serie Stiff Urkel me dijo ciertas cosas que no entendí para nada y le pregunté que si tenía que sacar el portátil de la mochila en el control.

El caso es que en el control de seguridad de Chicago hay unos carteles en los que te explican que es mejor que pongas las cosas ordenadas en la mochila y no revueltas o te harán mirarlas y tal. Mi mochila era un caos y a saber lo que vio la policía que estaba sentada en los rayos x, pero me miró a la cara súper raro. No obstante, no me dijo nada y pude coger mi mochila tan tranquilo.

Un consejo: quitaos los zapatos para el control de seguridad. Si no llevan nada de metal, no pitará el control de metales. Pero si lleva algo, os harán quitaros los zapatos, os dirán diez o doce cosas bien dichas en el lenguaje éste que usan aquí y con una voz de ultratumba bastante considerable. Además, si os ven pasar el control de seguridad sin zapatos, os miran con mejor cara desde el principio.

Otra vez a correr por la terminal. No viene nada bien explicado por dónde se llega a la puerta que te corresponde. Los monitores lo explican muy bien, pero van cambiando a cada segundo y eso implica que tienes que mirar 4 monitores donde pone "San Francisco" y ver si en alguno de ellos aparece tu vuelo. Cuando lo ves, lo tienes que cazar con la mirada literalmente.

Tan mal indicado está todo que casi me salgo fuera de la zona de seguridad, lo que habría implicado la pérdida del vuelo.

Cosas curiosas cuando llegué a la puerta de embarque:

-Compré un zumo de naranja en una especie de autoservicio y me atendió una negra que parecía cantante de gospel. No entendí nada y, una vez más, dije mi frase más utilizada en las últimas 5 horas: "sorry, could you repeat me, please?" Me repitió despacio y la entendí perfectamente, ¡¡se me abrieron los ojos!! El verdadero problema con los americanos es que juntan las palabras de una forma increíble. Si hablan despacio, se les entiende perfectísimante. Así que pudimos hablar unos 10 minutos sin problemas.

-Tomándome el zumo, ya en la puerta de embarque, una señora inglesa me pregunta si tiene que hacer algo con el billete para poder entrar al avión. Le dije que preguntara en el mostrador porque ella hablaba inglés y seguramente sería más fácil para ella que para mí. Y, para mi sorpresa, me dice: "¡Ah! Pero, ¿no eres americano?" Adiós la luz, que ahora tengo cara de americano.

-Aproveché para sacar dos fotos, las primeras fotos del viaje, las cuales os voy a mostrar con mucho entusiasmo:

Estas dos fotos son, en primer lugar, del avión que me iba a llevar durante 5 horas desde Chicago hasta San Francisco. La segunda foto es del resto de la zona de la pista donde embarcan en la Terminal 3.

El despegue fue accidentado: cuando el avión estaba en pista a punto de arrancar motores a tope, los paró de golpe. Tuvimos que volver a la puerta de embarque y estuvimos allí parados una hora. No pude entender qué pasaba demasiado bien porque el piloto habló en ese idioma que llevo todo el rato diciendo que usan por aquí y que no hay manera de entender, pero algo suelto sí que cogí, y era que se había roto "algo" y que había que repararlo antes de despegar. Así que volvimos a la puerta de embarque y el vuelo se retrasó una hora más.

No podía más con mi cuerpo ni mi alma, así que caí dormido en el avión las 5 horas del vuelo, tras las cuales llegué al aeropuerto de San Francisco y encontré mi maleta en una cinta sobre la cual había un monitor que se apagaba de vez en cuando (fallos en los contactos del cable de corriente tal vez) y decidí coger un taxi hasta la residencia porque ya era demasiado tarde.

La llegada a la residencia la contaré en la próxima entrada, porque quiero hacer fotos de la misma y ponerlas para que la veáis. Pero os adelanto que me siento como si estuviera en el lejano oeste, con una bañera con patitas y todo.

3 comentarios:

Eduardo dijo...

Daniiii! Welcome to the United States of America!!! xD

Vaya locura lo del aeropuerto de Chicago. Supongo que desde el 11-S los americanos viven en una psicosis y paranoia permanente. Lo importante es que ya estas en SFC y no has tenido complicaciones de ningún tipo (no te han perdido la maleta, ni te han declarado enemigo público jeje).

Espero que poco a poco vayas cazando más cositas y al final ya verás como hablas el mismo idioma raro que hablan ellos.

Cuídate

Anónimo dijo...

Bueeeno bueno bueno Dani, Juanita y yo nos hemos meado de risa con tu post xDD. Es como si hubiéramos vivido los mismos momentos dramáticos que tú (pero sin el miedo de perder el vuelo o ser fusilado).

Por cierto, llevas días sin publicar nada, dos posibilidades: 1) estás muerto ya, 2) te lo estás pasando tan bien que ni siquiera piensas en volver a España y, ni mucho menos, publicar cosas en el blog.

Disfruta la fruta, campeón!

Christian dijo...

Que pasa Dani, q tal por San Francisco? Supongo que pasandotelo de puta madre...xq no estas actualizando el blog..
Yo volvi el domingo a España y hoy ha sido mi primer día de curro. Que duro!!!

Venga cuidate y actualiza pronto el blog!!