martes, 26 de agosto de 2008

De cómo sobrevivir la primera semana

Aunque ya estoy viviendo la última semana, ahora comienzo a escribir algo sobre la primera.

Las cosas se desarrollaron de la siguiente forma: yo seguía el horario de las clases y después hacía lo que quería con mi tiempo libre.

Al haber mucha gente en la academia en este mes de agosto, optaron por poner el horario en zig-zag: lunes por la tarde, martes mañana, miércoles tarde... Los días que hay clase por la mañana se aprovechan mucho más, sobre todo si no tienes fuerza de voluntad para despertarte temprano los días que tienes clase por la tarde para poder aprovechar la mañana. Pero en mi caso no ha sido así y lo he dado todo despertándome temprano.

Así en general, para hablar un poco de nacionalidades, se podría decir que la gente asiática es muy típida y es difícil hacer amistad con ellos, a excepción de los asiáticos pro-occidentales, es decir, los asiáticos que toman el sol, que llevan peinados raros de punta, o chicas que se tiñen de rubias, etc. Son asiáticos que no quieren parecer para nada asiáticos en cuanto a la forma de ser.

Por otro lado, están los italianos. Es con los que mejor me he llevado, como suele pasar. España e Italia siempre ha tenido muchas rivalidades en el fútbol, pero creo que en el resto de cosas somos los que mejor encajamos. Es curioso lo bien que nos llevamos entre nosotros. Por cierto, os envío felicitaciones de decenas de italianos que me las transmitieron por haberles ganado en la Eurocopa de 2008.

Franceses: parece ser que nunca voy a acabar de encajar con ellos. El comportamiento francés es bastante extraño, y he tenido la mala suerte de conocer primeramente a un grupo de franceses y francesas que siempre hablaban en francés. Por un lado era porque algunos no hablaban nada bien inglés (mal por ellos porque les interesaría practicar); por otro lado porque no les daba la gana (como es el caso de un chico de mi residencia que habla genial y está en el nivel más alto pero no le da la gana hablar inglés cuando está con gente francesa).

Al principio parecía que querían hablar inglés. El segundo día pasaron completamente de mi presencia y hablaron francés durante mucho rato. Al final de ese día les dije que no me llamaran al día siguiente y me pidieron disculpas, alegando que tenía que haberles dicho que hablaran inglés cuando se pusieron a hablar en francés. Al tercer día se comportaron más o menos, pero estaba ya demasiado harto y había hecho amistades en la escuela y en otras escuelas por conocidos de conocidos.

Paseando por la calle de repente oyes a gente hablar español de España (cómo me gusta la "ñ"). Entonces ves sus mochilas o carpetas y dices: "son de una academia de idiomas". Sólo tienes que preguntar, intercambiar correo, móvil, etc. Ya tienes un contacto más en el saco. Es mucho más sencillo conocer a gente en la escuela, pero es mucho más fiable conocer a gente española, aunque se trate de gente que has conocido en un momento en la calle. Al final tener a alguien con quien poder hablar en tu lengua es algo interesante. No es mi caso, pero sí el de ciertas personas que al principio no parecían mostrar mucho interés pero, cuando necesitaban hablar "en serio" y relajadamente, me han llamado.

No voy a enrollarme mucho más sobre el asunto.

El mundo es un pañuelo.

Efectivamente, lo es. Cuando llegué el primer día de escuela por la tarde a mirar mi calificación y mi clase (que por cierto fue muy buena para lo que me esperaba, estoy en el segundo nivel empezando por arriba), una chica italiana de mi residencia me presentó a una chica de España. Esa chica me preguntó de dónde era y resulta que somos de Torrejón los dos. Vive a unos 10 minutos andando de mi casa. El mundo es un pañuelo.

Pero no sólo eso. La primera semana fue un constante dolor de cabeza para mí, dado que para poder entender a la gente hablando en inglés, tengo que poner muchísima atención. Y los españoles no nos queríamos juntar para hablar español. De hecho, hablábamos inglés porque siempre había gente de otros países con nosotros.

Es más, de repente en ciertas horas del día, no era capaz de entender nada de inglés ni de hablar, así que me veía completamente frustrado ¡¡¡al ver que no podía hablar!!!

Por suerte al final de la semana la cosa cambió y ya no me costaba tanto cambiar el chip. Pero en esa primera semana una de las chicas francesas de mi residencia me presentó a un chico español que ha venido a estudiar a la Universidad de California. Me vino muy bien poder hablar con alguien en español durante horas, y a él también.

Y el mundo es un pañuelo porque este chico español resultó ser conocido por unas chicas que conocí en el viaje a Los Ángeles le primer fin de semana.

Aprovechando la primera semana.

La sensación que tengo es que la primera semana la he aprovechado mucho más que la segunda.

Cosillas interesantes que puedo comentar, es algo que vi por la calle cuando paseaba hacia un parque extraño desde el que se puede ver el enorme parque Golden Gate Park y la niebla comiéndose dicho parque.

Y es que aquí los cepos para los coches que aparcan mal, son como en la serie de Los Simpsons. Os lo muestro:



Por cierto, coches como éste se ven poco. Aquí el coche más pequeño es el BMW serie 3, y de hecho no se ven demasiados. Por supuesto no se ve el serie 1, y los coches son como el Chrysler 300 para arriba (en cuanto a tamaño).

Parece mentira pero uno se hace rápido a los horarios. Aquí uno desayuna tempranico para ir a clase, y a las 12 y media cuando salgo estoy que me como San Francisco. La comida me resulta muy barata: comes mucho por tan sólo 10 dólares. En Madrid comerías un menú normal por 10 euros como mínimo. Y la comida es muy buena también, sólo he comido en dos semanas 3 hamburguesas. Por supuesto, no tienen nada que ver con las de España, ya que las hamburguesas aquí son filetones grandes, de ternera o pollo, y te ponen el pan con la carne y a parte la lechuga, tomate, etc., para que la montes a tu gusto. No obstante, he comido platos de cuchara y todo, como el siguiente:

El que aparece a mi lado es un chico francés de mi residencia y de mi escuela.

Por cierto, ese plato lo comí en un restaurante bastante famosillo que está muy decorado con banderines americanos, con la historia de los típicos bares americanos antiguos, fotos, etc. Era bastante bonito, la verdad. La mesa era del estilo típico de los años 80 americanos, en una mesa con un banco corrido donde te sientas medio encajonado para comer. Os lo muestro aquí:

Ésta es una de las últimas fotos que he hecho con mi cámara vieja. Ahora os voy a poner más fotos de San Francisco, con la cámara nueva (que es una maravilla, por cierto), porque sé que algunos estáis un poco impacientes. Por cierto, comprar la cámara ha sido una odisea, me costó recorrerme bastantes calles de San Francisco hasta que encontré DOS tiendas. Es cierto que se puede comprar una cámara digital casi donde quieras, pero no te puedes fiar. Te ahorras unos 50 dólares en Chinatown, pero no tienes garantía de ningún tipo. Así que prefería una tienda normal. De hecho, me dieron garantía internacional y seguro anti-rayajos de la pantalla por ejemplo.

Procedo con las fotos:

Desde el puerto del Ferri de San Francisco se puede ver el impresionante Bay Bridge. Es más grande que el Golden Gate Bridge, pero sin embargo no es más famoso. Además, es más útil porque comunica la península donde se encuentra San Francisco con el resto del continente, ahorrando a la gente muchísimos kilómetros. El Golden Gate Bridge comunica San Francisco por el norte con el resto del continente. El Bay Bridge está pensado para una mayor cantidad de tráfico y por ello está dotado de dos plantas: la de arriba para un sentido de coches y la de abajo para otro sentido.

Están desdoblando el puente y van a hacer pasos auxiliares porque se forman bastantes atascos a menudo y además es muy antiguo y hay que renovarlo.

Esta foto la saqué antes de coger el Ferri que me iba a llevar a Sausalito, que está al norte de San Francisco, y es un pueblo bastante bonito, con casitas por la montaña, aunque tampoco tiene nada de especial, no deja de ser un pueblo turístico (lo cual hace que que pierda cierto encanto).

Para aquellos escépticos que no se creen mi estancia en San Francisco (porque de hecho si no me hubieran dejado entrar en USA habría hecho el blog igualmente como si hubiera venido, buscando fotos en internet), os pongo la foto y a mi espalda está el gran puente, y una niña al lado colgándose de la valla que le da más credibilidad a la foto (o no...):

Lo que os muestro en la siguiente foto es un fenómeno muy típico en San Francisco y ciertos alrededores. Teníamos un día perfectamente soleado, de repente el Ferri se introdujo en una niebla horrible y de repente de nuevo sol. Al otro lado de la niebla no se veía nada, y estábamos pasando al parecer al ladito de la isla de Alcatraz. Lo que quería mostraros es cómo la niebla se está comiendo literalmente a Sausalito. En un efecto en vivo es increíble dado que la velocidad de las nubes era tremenda:

Para acabar la entrada de hoy (mañana pondré otra entrada con sólo fotos de San Francisco en general, calles inclinadas y tal), os pongo una foto de una casa de Sausalito. Muchas de ellas eran increíbles, otras eran como las casas de algunos pueblos costeros de Holanda por ejemplo, que podéis ver en el relato de mi viaje a Amsterdam y alrededores, y otras eran muy normalitas. Pero esta casa me llamó la atención, completamente acristalada.


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