sábado, 11 de abril de 2009

Nochevieja

El evento típico en Nueva York, que creo que todo el mundo conoce, es el que sucede en Time Square. Allí, una bola cae y todo el mundo se vuelve loco en el espectáculo de luz, colores y sonido. Es precioso.

Pero también se congela la gente, sobre todo en el paso de 2008 a 2009. Afortunadamente, decidí comprar el ticket de la fiesta de nochevieja que la escuela nos vendía. Todo el mundo trataba de encontrar diferentes formas de pasar la nochevieja, porque la fiesta de la escuela seguro que iba a ser un rollo o algo que iban a cerrar pronto. Sin embargo, al final no encontrábamos nada tan sumamente barato ($30 con 2 horas de barra libre), tan cerca de Time Square y además, tenía el aliciente de que iría gente de la escuela, lo cual implica que siempre tienes a alguien con quien hablar, bailar, saludar, etc.

Nos llevamos una grata sorpresa al ver que en la fiesta también había gente que no era de la escuela, lo cual crea una gran diversidad.

La policía corta las calles según te acercas a Time Square. Si uno quiere entrar allí, tiene que ir a las 4 de la tarde, sin comida ni bebida, ni baño, y pasar hasta las 12 de la noche allí de pie. Cuando cae la bola, el espectáculo es muy bonito, dura unos 15 minutos, y luego tardas más de 1 hora en marcharte de allí. Era una locura con el frío que estaba haciendo.

Para poder llegar a la fiesta, que era en un hotel, tuvimos que llevar la autorización del hotel para enseñársela a la policía. Los agentes, muy estresados los pobres, cuando les decíamos que queríamos ir a la dirección del hotel en cuestión, nos decían que por allí no podíamos pasar. Entonces recordé que el organizador de eventos (y el que nos vendió las entradas) de la escuela, nos dijo que directamente enseñáramos la autorización porque usualmente no hacen mucho caso de lo que les dices, sino que están estresadísimos mandando a la gente fuera de las zonas cerradas. Así que enseñé la autorización, dije "I have an authorization..." y entonces abrían las vallas.

Lo mejor de todo es que la Séptima avenida es perpendicular a la calle donde teníamos la fiesta, así que podíamos salir del hotel, ir hasta la esquina, y ver perfectamente el espectáculo!!! Y, es muy bonito, la verdad, merece la pena verlo, pero no sé si merecería la pena pasar tantísimo frío allí de pie. Mis condiciones fueron muy diferentes, como podréis imaginar.

Ya mi profesor de la escuela nos dijo que era una locura, que él jamás estaría en Time Square pasando ese frío, y que prefería ir a casa de algún amigo donde celebraban una especie de fiestecilla entre ellos. En realidad, las fiestas de Nochevieja no eran demasiado caras, así que si uno quiere ir a alguna, lo tiene bien fácil: anuncios por internet, por las farolas, recomendaciones de gente, etc.

Toda una noche maravillosa, con gente muy divertida y agradable.

A la salida de la fiesta, ya que eran casi las 6 de la mañana, decidí coger un taxi para volver a la residencia. Intenté ir al metro pero vi que estaba cerrado. En realidad no lo estaba, sino que estaban cerradas las estaciones cercanas a Time Square solamente. El taxista era un tipo muy desconfiado sobre si llevaba dinero o no.

Finalmente llegué a la residencia con un frío en el cuerpo increíble. No me podía creer que hiciera tantísimo frío. Abrigaos si vais en Nochevieja a Nueva York.

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