martes, 30 de diciembre de 2008

El primer día en la escuela.

Dedico un pequeño artículo expresamente al primer día de la escuela a continuación.

Nada más salir de la residencia, estómago vacío y ganas de morirme ya que aquí no tengo desayuno, como tenía en San Francisco, inicio mi marcha a la escuela: "ya tomaré algo por el camino". El primer encontronazo lo tengo con el metro... Es, simplemente, cutre.

Para el metro de Nueva York lo más cómodo es comprar un "abono transportes". Lo compras en la máquina de billetes y puedes utilizar tarjeta de crédito para ello. Escogí el billete mensual, aunque puedes comprar por semanas, por días, etc. Hay un billete que tiene límite de usos (a lo mejor puedes hacer 5 viajes al día) y el mío no tiene ningún límite.

Mi parada de metro.

Ya camino de la escuela, uno se pregunta todo aquello que la gente le decía sobre "un tal tren exprés". Pero es imposible saberlo el primer día, así que cogí la línea 1 de metro, que une la residencia con la escuela. Tras un millón de paradas y unos 35 minutos, allí estaba yo, en la parada de la escuela.

Lo primero que se hace es el examen. Llegué tarde, así que ya habían empezado. Curiosamente el test de acceso aquí es infinitamente más fácil que el de la escuela de San Francisco. O al menos eso me resultó. Lo que es cierto es que en la parte de preguntas de inglés general, allí el test tenía ciento y pico preguntas y aquí sólo 34.

Mientras corrigen el test y comprueban tu pasaporte, seguro médico y VISA (si necesitas), recibes la orientación, que en este caso y, como era de esperar, no fue comparable con la presentación que hizo John Lagrasso en la escuela de San Francisco. El director de aquella escuela era un genio del humor. Aquí un tipo quería hacerse el gracioso y sólo consiguió que no le hablemos más y nadie vaya a preguntarle nada.

Después de la orientación, ya sabes tu nota. ¡Me ha tocado el nivel 6! En 3 semanas en San Francisco y después de 3 meses sin practicar demasiado inglés, he subido al último nivel de San Francisco.

Y ya conoces a alguien de forma rápida, alguien que sabes que no será tu amigo durante el resto de tu estancia, porque es la primera persona a la que has conocido. En mi caso fue a un español, y somos los 2 únicos españoles en la escuela. Es raro porque usualmente en este tipo de escuelas los españoles invadimos todo, pero por otro lado es normal porque los españoles en Navidad solemos quedarnos en nuestro país.

Por supuesto, los dos sabíamos que en cuanto empezáramos a conocer a gente, "los dos españoles" íbamos a ser el punto de atención de la gente, el foco de la fiesta, los organizadores "del cotarro". Listos que somos los españolitos... Él habla menos inglés que yo, pero se esfuerza y lo único que necesitábamos era captar a gente extranjera para estar todo el rato hablando en inglés, o de otra manera, estaríamos todo el día hablando en español.

De momento, poco se puede hacer, dado que la gente a la que conoceremos está en clase y nosotros no empezamos las clases hasta el segundo día.

El resto del día lo pasas vagando e intentando encontrar algo interesante en Manhattan.

Broadway

Mi primer encuentro con la Nueva York de las películas fue Broadway. Jamás había visto una calle tan iluminada. Es bastante bonito todo, aunque increíblemente infesto de gente. Al día siguiente y durante el resto de la semana sabría que a mi profesor no le gusta para nada esta zona de Nueva York.

Está muy bien ir a verlo, pero para nada es mi sitio favorito: es una locura de gente. Eso sí, para comprar es una delicida: todo bien juntito.

Para que os hagáis una idea pondré un par de fotos:

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay Dani Dani, ya se veía venir que te iba a gustar menos NY que SF. Ya te gustaba menos antes de irte xD

Que ya estoy de vuelta, y me estoy actualizando como puedo con tu blog.

Ainnnns!

Acusón