miércoles, 10 de junio de 2009

Viaje a Milán

No me ha dado tiempo a comentar ninguno de los dos viajes a tierras germanas que he hecho entre 2008 y 2009, cuando ya he realizado un viaje a tierras italianas.

Aprovechando un fin de semana y los maravillosos precios de Ryanair, volé a Milán por tan sólo 40 euros ida y vuelta. Uno se plantea por qué el tren es tan sumamente caro y que, si fuera más barato y durante todo el trayecto de alta velocidad, no dudaría en cogerlo.

No es que tenga quejas del avión, para nada hasta el momento, pero está claro que siempre he preferido el tren por el simple hecho del gasto de combustible que el avión implica.

Viajar en avión tiene sus inconvenientes también, ya que tienes que estar en el aeropuerto demasiado tiempo antes a la hora de la salida del vuelo. Y eso que yo no facturé. Pero contando el vuelo, la hora que hay que estar antes de que el avión despegue, y la media hora que tardas desde que aterrizas hasta que sales, tan sólo ahorro 1 hora respecto a lo que tarda el tren.

Lamentablemente, para hacer el mismo trayecto en tren, tendría que hacer lo siguiente:

-AVE Madrid-Barcelona: 100 euros aproximadamente ida y vuelta.
-Tren desde Barcelona a Milán. No estoy seguro del precio ni del tiempo que tarda, porque de hecho creo que no es de alta velocidad.

¿Por qué no unificamos ciertos trayectos de tren en territorio europeo? Seguimos a años luz de ser una Europa unida.

Bueno, rollos aparte, el viaje fue una maravilla. Salí el viernes 22 de mayo de trabajar y a las 16.50 el vuelo tenía su despegue previsto. En realidad despegamos a las 17.10, pero el avión llegó 5 minutos antes de lo previsto a su destino (esto implica que hay mucha holgura en los horarios).

Una vez en el aeropuerto de Bérgamo (Orio al Serio), que es del tamaño de una estación de autobuses grande, un autobús te lleva a Milán por entre 8 y 9 euros. Hay 2 compañías, una más barata que la otra (Autostradale es más barata que Orio Shuttle). En algo menos de una hora estás en la estación central de Milán.

Allí me recogió mi amiga Sara con su novio y empezó el maravilloso fin de semana en el que fui tratado entre algodones. Me sentí como en casa, alojado por Sara y su compañera de piso Paola.

Tuve suerte con el horario del vuelo de vuelta, ya que era por la noche del domingo, así que aproveché el finde entero.

Notas curiosas sobre Milán: ciudad bastante joven, con muchos estudiantes, todo el mundo viste muy bien, todos y todas son muy guapos y guapas, y tiene muchas más cosas que lo que las guías de viaje quieren vender sobre la ciudad. De hecho, si uno sólo se centra en la parte turística de la ciudad, da la sensación de ser demasiado gris.

Si un día tengo más rato y os interesa, os contaré más cosillas de este viaje. Os dejo con unas fotillos:



Yo por las alturas del Duomo.

Una anecdotilla curiosa: se puede subir andando por 5 euros y en ascensor por 9 euros. Cerraron el acceso por escaleras justo cuando íbamos a entrar nosotros, posiblemente por el calor que hacía. Para nuestra sorpresa, cuando esperábamos la cola del ascensor, una señora que esperaba delante de nostros nos dio 3 tickets para entrar, así que nos salió gratis la visita al Duomo. ¿Qué más se puede pedir?



Sarita y Paola (la compañera de piso de Sarita).




Vista de la plaza frontal del Duomo desde lo alto.




Portada del Duomo en la que estamos Sarita y yo. Está precioso, lo han terminado de restaurar y tiene un color blanco imponente.

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